EL MÉTODO CIENTÍFICO
MÉTODO DEDUCTIVO:
El método deductivo
en la ciencia y principalmente en la geometría se basa en ir encadenando
conocimientos que se suponen verdaderos de manera tal que se obtienen de nuevos
conocimientos; es decir, es aquel que combina principios necesarios y simples
(axiomas postulados ,teoremas, conceptos no definidos, definiciones, etc.) para
deducir nuevas proposiciones. También se llama método analítico o indirecto
cuya característica es que va de la general a lo particular, por ejemplo: si
admitimos que los ángulos interiores de un triángulo suman 180º se
"deduce" que los ángulos agudos de un triángulo rectángulo suman 90º.
La integración del razonamiento inductivo y el deductivo dan lugar al método
que nos lleva a la comprobación y demostración de leyes, principios o reglas
formuladas por la inducción.
MÉTODO INDUCTIVO:
La experiencia
indica, precisamente, que nuestros sentidos principalmente la vista y el tacto,
resultan ineficaces para obtener una información cierta. La importancia en el
estudio de la geometría por el hombre es, valiéndose de recursos como: los
sentidos, los instrumentos de edición, los dibujos y las gráficas, así como la
inteligencia del razonamiento y las demostraciones lógicas. Cuando ante nuestra
vista aparecen figuras con una forma o una magnitud que no es la que realmente
tienen, decimos que se trata de ilusiones ópticas.
MÉTODO HIPOTÉTICO-DEDUCTIVO:
El único método
reconocido universalmente para obtener información científica es el método
científico, procedimiento derivado de la práctica y la experiencia de muchas
generaciones, aplicable a las ciencias formales: matemáticas (álgebra,
aritmética, etc.) y lógica. Consta de observación, hipótesis, experimentación y
teoría. Cuando la teoría se hace lo suficientemente amplia y sólida, capaz de
dar explicación a una gran cantidad de fenómenos y relaciones de causa-efecto y
también de rebatir racionalmente cualquier crítica, se llega a la ley. En
algunas áreas del conocimiento es materialmente imposible llevar a cabo experimentos
controlados en relación a un determinado fenómeno. Así ocurre, por ejemplo, en
la geología o la astronomía. No obstante, en esos casos la observación precisa
y reproducible sustituye al experimento y las teorías se consideran válidas
cuando:
a) Son capaces asociar racionalmente muchos hechos en
apariencia independientes.
b) Logran predecir la existencia de relaciones y fenómenos
no detectados hasta el momento.
Las etapas del
método hipotético- deductivo son:
I. Observación.
Es la fase de descubrimiento
del problema que se va a investigar. Esta suele comenzar con la presencia de
una duda o problema que es el origen concreto de la investigación, aunque la
observación también puede ser accidental. Un buen ejemplo de observación
accidental lo encontramos en los trabajos de Pavlov, que estudiando la
fisiología de la digestión en los perros, se encontró con el fenómeno de los
reflejos condicionados.
Ya se trate de un
tipo de observación accidental o sistemática, el paso de la observación
requiere dos condiciones para que adquiera el calificativo de científica. En
primer lugar, tiene que registrar un fenómeno que pueda medirse o cuantificarse
de alguna manera. Sin este requisito, no es posible la aplicación del método
hipotético deductivo. En segundo lugar, tiene que tratarse de un fenómeno o
acontecimiento que se pueda repetir, ya que para poder aceptar o rechazar
hipótesis respecto a dicho fenómeno es necesario poder replicar el fenómeno que
se está estudiando.
Una vez que el
investigador ha tomado contacto con un problema determinado y ha registrado los
datos significativos sobre el mismo, el siguiente paso consiste en formular una
hipótesis.
II. Formulación de hipótesis generales que expliquen los
hechos observados.
Una hipótesis es
una conjetura que realiza el investigador en forma de enunciado, cuya principal
característica es que puede ser sometida a contrastación experimental. Los
enunciados de las hipótesis siguen generalmente la estructura “si... entonces”
y especifican bajo qué condiciones se espera que se produzca un resultado o
resultados determinados. En el caso del ejemplo del SIDA, anteriormente citado,
la forma adecuada de formular la hipótesis sería: “Si el agente causal del SIDA
destruye a los linfocitos entonces se provocará un deterioro del sistema
inmunológico”.
Conforme más datos
particulares deducidos de la hipótesis no se falsean por la experimentación, la
probabilidad de la hipótesis aumenta Sin embargo, en ningún caso es posible
establecer su certeza de modo concluyente porque, siempre puede aparecer una
observación que desconfirme la hipótesis. Esta es la característica más
importante de las ciencias empíricas y es que siempre son probabilísticas. El
científico acumula la mayor cantidad posible de observaciones sobre los casos
particulares para llegar a proponer generalizaciones o leyes de carácter
general a partir de esas observaciones. Sus conclusiones, por tanto, nunca
pueden ser totalmente válidas, sino más o menos probables.
No obstante, la
hipótesis general no puede ser sometida a la verificación experimental por lo
que el científico tiene que deducir de su hipótesis general un caso concreto
que pueda ser comprobado con los datos empíricos.
Es decir, formular
subhipótesis a partir de la hipótesis general.
Un ejemplo de
hipótesis general podría ser la siguiente: "Sí los individuos se frustran
entonces desarrollan agresividad", los conceptos enunciados en esta
hipótesis (frustración y agresividad) son excesivamente genéricos por lo que
precisa, para que sea operativa, formularlos en términos más concretos de tal
manera que se puedan medir. De esta forma el contraste de hipótesis generales
se realiza normalmente de un modo indirecto, mediante la deducción de
consecuencias muy concretas, que podemos verificar.
Siguiendo con el
ejemplo anterior, como la hipótesis formulada es muy genérica y no puede ser,
de este modo, sometida a contrastación empírica, tenemos que definir una nueva
hipótesis (subhipótesis) más concreta, donde estén operacionalizadas las variables
(planteadas de tal forma que puedan ser medidas). Así podríamos decir: “Si se
frustra a los sujetos con tareas que no pueden resolver entonces manifestarán
un mayor número de insultos (agresión verbal) que los sujetos que no tengan que
realizar tareas irresolubles”.
III. Verificación o contrastación de la hipótesis.
Una vez formulada
la hipótesis y sus consecuencias es preciso proceder a su verificación o
contrastación, esto se puede realizar a través de diferentes métodos.
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